ANTIGUO TESTAMENTO 25: ISAÍAS
Los tres Isaías.
Puesto que el libro se presenta como de Isaías, los antiguos no dudaron que toda la obra se debiera a un solo personaje, que sería un profeta que dominaba los diversos géneros literarios de los profetas, que hablaba del futuro, porque Dios se lo hacía conocer, y que fue avanzando en sus ideas, inspirado por la revelación divina.
Al final del siglo XVIII los estudiosos comenzaron a hablar de dos Isaías. El segundo Isaías sería un profeta anónimo de la época del exilio y habría escrito los capítulos 40-66. Un siglo después, a comienzos del siglo XX, se vio que los capítulos 56 a 66 tenían que ser de otro profeta distinto de los anteriores. El tercer Isaías sería un profeta de la época de la vuelta del exilio en el siglo V a. C
Es claro, pues, para todos los estudiosos que hubo dos grandes profetas, uno en el siglo VIII y otro en el siglo VI, y además un grupo de profetas cuyos oráculos se pronunciaron o escribieron en el s. V. Mas adelante se vio que otros profetas anónimos escribieron oráculos que se incorporaron al libro desde el comienzo en el siglo VIII hasta el quinientos años después en el siglo III.
El libro a pesar de la diversidad de autores tiene unidad. Distintas imágenes y temas atraviesan todo el libro, estableciendo una profunda relación entre sus partes. Los redactores finales tuvieron un plan y una teología que les hizo organizar los materiales tal como están actualmente.
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